Es mucho más que un restobar: es un centro cultural con galería, teatro y cocina casera. Un clásico del barrio que combina buena comida con propuestas artísticas todos los días. Ideal para cenar entre cuadros, ver una obra o simplemente tomar algo con onda.
Abre de martes a domingos, con planes para cada momento del día. Mesas de madera, ambiente cálido y espíritu comunitario: La Fragua es el punto justo entre arte y bodegón.